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¿Aceites esenciales son disruptores endocrinos?

por Claudia Codriansky

Desde hace algunos años que ha corrido el rumor de que algunos aceites esenciales podrían ser disruptores endocrinos lo que, de ser cierto, sería preocupante su uso, especialmente en niños.

Un disruptor endocrino o disruptor hormonal es una sustancia que puede generar un aumento o descenso de la respuesta hormonal normal en un individuo provocando un desequilibrio en los procesos fisiológicos controlados por hormonas. Esto es especialmente preocupante en niñas y niños en crecimiento ya que pueden desencadenarse respuestas como ginecomastia, pubertad tardía, obesidad o infertilidad.

En el año 2007 apareció una publicación que enlazaba la ginecomastia en tres niños con el uso regular de productos de higiene que contenían aceite esencial de lavanda y/o compuestos similares a algunos presentes en el aceite esencial de árbol de té. Los niños tenían entre 4 y 10 años de edad y la ginecomastia desapareció casi por completo luego de 4 a 9 meses de dejar de usar dichos productos. Estos reportes de casos provenían de consultas con endocrinólogos. En el mismo estudio se analizó in vitro a los aceites esenciales de lavanda y árbol de té y demostraron tener actividades estrogénicas y antiandrogénicas débiles.

A partir de la publicación de estos casos se ha impulsado la investigación respecto a la posible actividad como disruptores endocrinos de los aceites esenciales de lavanda y árbol de té, pero aún falta por demostrar que existe o no existe una causalidad entre el uso de productos que contienen estos aceites esenciales y problemas endocrinos. Dichas consecuentes publicaciones corresponden a más reportes de casos o estudios in vitro (en laboratorio, placa petri).

Estudios epidemiológicos

La conclusión en el reporte del 2007 termina de la siguiente forma (cita textual):

Hasta que se realicen estudios epidemiológicos para determinar la prevalencia de ginecomastia asociada con la exposición al aceite de lavanda y aceite de árbol de té, sugerimos que la comunidad médica debe estar consciente de la posibilidad de alteración endocrina y debe advertir a los pacientes sobre la exposición repetida a cualquier producto que contenga estos aceites.

El equipo de Jessie Hawkins del Franklin Health Research Foundation en colaboración con NAHA, Tisserand Institute y ATTIA se ha embarcado en la misión de investigar la relación entre el uso de productos con aceites esenciales de lavanda y árbol de té y la aparición de síntomas de disrupción endocrina realizando estudios epidemiológicos ya que hasta el momento la literatura existente no ha sido capaz de corroborar o descartar nada al respecto. Esto es importante ya que las investigaciones realizadas en laboratorio no dicen mucho respecto a la actividad real en personas, en este caso, en niños y niñas.

Un estudio epidemiológico está diseñado para analizar a la población de riesgo teniendo en cuenta la frecuencia y distribución de una enfermedad, luego los patrones de frecuencia y distribución que pueden dar pie a una hipótesis y finalmente el diseño de un estudio experimental para verificar o refutar la hipótesis planteada. En este caso, el estudio epidemiológico se diseña para indagar en la supuesta causalidad entre el uso de los aceites esenciales de lavanda y árbol de té en niños y problemas de origen endocrino.

El estudio realizado por el Franklin Health Research Foundation se llama APICHS, Aromatic and Plant Ingredients in Child Study (Estudio de Ingredientes Aromáticos y Vegetales en Niños) y consiste en 5 etapas. Recientemente Jessie Hawkins compartió con gran detalle el proceso y los resultados de este estudio en la Conferencia de NAHA, Beyond Aromatics 2021:

  1. Antecedentes y revisión: revisión sistemática de antecedentes y evidencia relacionado al vínculo entre el uso de aceites esenciales de lavanda y árbol de té y disrupción endocrina. Se encontró que gran parte de las publicaciones no cumplía con las condiciones para ser incluidas en una revisión de este tipo, quedando sólo cuatro de ellas seleccionadas. Se describieron un total de 11 casos en estas cuatro publicaciones. Ninguno de los estudios realizó análisis estadísticos ni utilizó grupos de comparación para la evaluación. Completo y publicado acá.
  2. Creación y validación de instrumentos de medición: desarrollo de herramientas a utilizar para medir los datos necesarios y evitar la parcialidad en estos. Si existe parcialidad y errores en la clasificación de casos esto puede llevar a resultados y conclusiones erradas lo que se traduce como una sensación de riesgo inflada. Estos instrumentos de medición permiten clasificar de forma correcta si se ha estado expuesto/no expuesto y la relación dosis-respuesta. Completo y en revisión por pares.
  3. Estudio transversal – Fase uno: identificar la prevalencia y compararla con las normas de la población en Estados Unidos, niños y niñas entre 2 y 15 años. Esto es necesario para establecer si existe o no causalidad entre el uso de los aceites esenciales en estudio y disrupción endocrina en niños y niñas. El equipo tuvo dificultad para encontrar casos de niños o niñas con ginecomastia o telarquia precoz, casos de pubertad precoz, pubertad retrasada, deficiencia de la hormona del crecimiento e hipotiroidismo tuvo la misma prevalencia en la población expuesta a los aceites esenciales de lavanda y árbol de té y aquella población que no tuvo exposición. Completo y publicado acá.
  4. Estudio transversal – Fase dos: determinar las probabilidades de disrupción entre expuestos y no expuestos. Hasta ahora los resultados arrojaron que no existe diferencia entre los resultados relacionados con el sistema endocrino entre niños y niñas que utilizan, han utilizado o no productos con aceites esenciales de lavanda y árbol de té. En proceso.
  5. Estudio de casos y controles: si se identifica una relación, evaluar más (por ser definido)

Este estudio aún tiene sus últimas etapas en desarrollo, pero con la información que se tiene hasta el momento se podría descartar por completo a los aceites esenciales de lavanda (Lavandula angustifolia) y árbol de té (Melaleuca alternifolia) como disruptores endocrinos.

Referencias:

Esta entrada tiene 5 comentarios

  1. Solveig Schrickel

    En ningún libro de aromaterapia científica sale mencionada que aceite esencial de lavanda o de árbol de té produce desordenes hormonales. Pero sí se menciona de los aceites esenciales de hinojo y anís (estrogénicos) y geranio (estimula suprarenales), además de los afrodisiacos. Sería de gran ayuda tener más información sobre estos aceites esenciales, muchas gracias

    1. claudia

      ¡Hola! En este artículo me refiero a los estudios que se han referido a la posibilidad de los aceites esenciales de lavanda o árbol de té como disruptores endocrinos, no a lo publicado en libros. Puedes ver las referencias para ver más información. Tendré en consideración para un futuro artículo los aceites esenciales que mencionas. Un abrazo

  2. Sheila

    Hola Claudia, muy interesante el artículo, no voy a leer las referencias por falta de tiempo pero hay varias cosas que se deben tener en cuenta al hablar de estos temas:
    Primero, si los cosméticos referidos contienen aceite esencial de Lavanda auténtico o no, sea sintético o reconstituido, cosa que es lo más habitual en el mercado de la cosmética (que no es el mercado de la aromaterapia aunque estén vinculados) por lo que ya de mano tendríamos que partir de identificar correctamente la sustancia que se quiere testar. Segundo, los cosméticos contienen otros disruptores endocrinos entre sus ingredientes, tema conocido y demostrado, por lo que antes habria que demostrar qué sustancias son las disruptoras de entre toda la fórmula y no dar por supuesto que es el aceite esencial.
    Por último las acciones hormonales de los aceites esenciales están recogidas y reconocidas, pero desde un punto de vista regulador y no interruptor. Entre los aceites esenciales que actúan en el sistema hormonal no está la Lavanda, pero si me han informado que el Árbol del Té puede tener acción hormonal, algo que de momento no he estudiado, solo me lo han comentado. En este caso yo tengo cuidado con él, junto con otros de acción hormonal, cuando atiendo mujeres con tumores hormonodependientes, nada más. El tema es muy importante porque como bien dices cualquier noticia infundada prende entre el público con gran rapidez y después cuesta dar la vuelta al infundio. Muchas gracias por tu contenido. Saludos cordiales desde España. Sheila Minguito.

    1. claudia

      Hola Sheila, gracias por tu comentario. Así es. Todas estas interrogantes son respondidas a través de este estudio epidemiológico. Un abrazo

  3. Begoña Sánchez

    Muy bueno este artículo Claudia ☺️

Comentarios cerrados.